Coincidieron en China por motivos de trabajo, y este verano Lyana vino a conocer Galicia. Por lo que sé, visitaron rías, playas, comieron bien y pasaron tiempo juntos. Hicieron un hueco para inmortalizar la visita en Corrubedo. Se fueron olvidando de que estaba allí haciéndoles fotos, así que la sesión fue muy llevadera y natural. Como siempre, entregué más de 400 imágenes, todas en color y en blanco&negro. Me consta que las disfrutaron y eso se agradece.