Julia es alemana, Ronan, irlandés. Se conocieron hace años haciendo el camino de Santiago. Comenzaron a vivir juntos en Dublin, y cuando decidieron casarse pensaron… qué mejor que volver a Santiago. Y así fue como nos conocimos, una semana antes de la boda tomamos un café en la zona vieja. Nos entendimos bien a pesar del idioma. El día de la boda todo salió de 10, tanto es así que cuando la novia bajaba del hotel, lo hacía acompañada de un desfile sobre carnavales tradicionales de Galicia. La ceremonia fue en la corticela de la catedral, los aperitivos y banquete en A Curtidoría, y la fiesta en Momo. Una pareja increíble, guardo muy buen recuerdo de ellos. Unos días después, tomaron camino hacia Fisterra, donde nos volvimos a reunir en el emblemático cabo para realizar una última sesión. Hasta la próxima vez.